top of page
41aqCVQ0D4L._SX258_BO1,204,203,200_.jpg
Blanca1: Imagen

En primer lugar, el centro en el que me encuentro de prácticas es el Colegio Mater Salvatoris y es ahí donde voy a llevar a cabo la hora del cuento, en 3º de infantil, es decir con niños de 5 y 6 años.

En la clase en la que me encuentro son 21 niños en total. Por lo que he podido observar todos estos días, en general son niños con mucha imaginación y observadores. Les gustan mucho los juegos movidos, los puzles, leer, dibujar...
Les llama mucho la atención todo aquello nuevo que aprenden, saben escuchar con mucha atención. 

La mayor parte de ellos, por no decir todos, están muy acostumbrados a escuchar cuentos y en especial en estas fechas en las que han celebrado el día del libro. 
En el colegio han dedicado una semana a este día con diferentes actividades, además muchos de los niños contaban estos días que en casa leen mucho y que tienen gran cantidad de libros.

Son niños que para ellos el tiempo de lectura es un gran momento, sienten mucha ilusión. He podido observar como día a día los niños pedían leer a la maestra, sienten una gran pasión por la lectura, para ellos es un gran orgullo saber leer ya que acaban de aprender y además su maestra desde el primer momento les ha transmitido diversión y motivación.

Mi tutora del colegio, llamada Belén, me dejo elegir libremente un libro del armario de clase en el que se encuentran todos los libros. Mi elección fue la siguiente: “Lola quiere ir a la luna”, y fue debido a que, al mirarlo por encima, me llamaron la atención las ilustraciones y el título, además algunos niños me pidieron ese cuento por lo que no fui a la única a la que le gustó.

La estrategia que escogí fue la narración con libro. Mi elección fue debido a varias razones, principalmente por la gran abundancia de ilustraciones que aparecen, ya que creo que dicen mucho del cuento y reflejan hasta el mínimo detalle. Además, es una técnica que me parece interesante ya que en ella se interactúa mucho con los niños.

Narré el cuento, porque tras plantearme en casa las opciones de leerlo o narrarlo, me decanté por la narración debido a que consideré que me resultaría más sencillo, por lo que me sentiría más cómoda. También por la forma de ser de los receptores, es decir, los niños, llamaría más su atención debido a que les gusta mucho intervenir y mantener conversaciones.

Por otro lado, mi preparación de la hora del cuento la realicé en casa. Hice una lectura en voz alta, en lugar de en voz baja ya que de esta manera consideré que se asemejaba más a como iba a contarlo con los niños.

Posteriormente, repetí de nuevo la lectura en alto y a su vez fui pensando posibles preguntas o temas que podían surgir. Y después apunté en un papel varias ideas y preguntas para realizar a lo largo de mi lectura.

Mis sensaciones en ese momento fueron una mezcla entre nervios e ilusión. A la vez, también me sentí más confiada al tenerlo tan bien preparado. Contar un cuento es algo que siempre me ha causado bastante respeto y el hecho de estar rodeada de 21 niños con la atención únicamente centrada en mi es algo que también me imponía bastante. Considero que parece algo muy sencillo, pero no lo es para nada.

Finalmente, llegó el momento. Después del patio que tienen de la tarde, tras recibir en clase la merienda de los niños, y con un gran día soleado, decidí que con su bocadillo salieran fuera.

Desde clase hay una puerta que da acceso fuera al aire libre (imagen 1), nada mas salir hay una explanada y seguidamente unas escaleras (imagen 2) y ahí fue donde les coloqué. 

Saqué una silla para mi y así estar más alta y que me pudiesen ver mejor, mientras que ellos iban a estar sentados en el suelo, en las escaleras.
Al principió no supe muy bien de que manera colocares y fue un poco caos ya que me puse arriba del todo, en la explanada, y ellos alrededor, algunos en la explanada y otros en las escaleras y se pelearon ya que no cabían bien y no veían. Al final decidí ponerme abajo del todo en la arena, frente a ellos, y los niños sentados todos en las escaleras y fue la manera ideal, tenían espacio de sobra y buena visibilidad.

Blanca1: Texto
Capturrra.JPG
Blanca1: Imagen

Antes de nada, hice una pequeña introducción. Les enseñé la portada, les leí el título y les pregunté si ya conocían el libro, algunos de ellos si lo conocían, pero ya no se acordaban.

Después, empecé con mi narración y fui siguiendo un orden en cada página. Primero, les contaba la página, a continuación, les enseñaba las ilustraciones ya que ansiosos me pedían verlas y además iban señalando con el dedo lo que era cada cosa que observaban y acaban de escuchar.

Después, si me realizaban alguna pregunta ellos o yo tenía alguna que hacerles y surgía algún tema, estábamos hablando un rato hasta la nueva página y así sucesivamente.


Algunas de mis preguntas fueron las siguientes: 


  • ¿Cómo pensáis que va a conseguir llegar hasta la luna? (con el objetivo de preguntarla antes de llegar a esa parte y así causar más intriga). A lo que respondieron: “en avión”, “helicóptero”, “cohete” ...

  • ¿Os gustaría saber volar? Todas las respuestas fueron un “sí” rotundo.

  • ¿Os gustaría ser Lola y poder llegar tan alto? Fueron respuestas muy variadas: “no porque me dan miedo las alturas”, “sí me encantaría para ver todos los cohetes”, “me gustaría ir con mi familia” ...

  • ¿Cómo pensáis que Lola nos vería a nosotros desde tan alto? Las respuestas fueron por lo general: “muy pequeños”, “como hormiguitas” ...

  • ¿Alguna vez habéis ido en avión? Pocos habían ido, pero los que si habían viajado respondieron: “se veía todo muy pequeño” “estaba muy alto” ...

  • ¿Qué pasaría si se explota el globo? A lo que respondieron: “que se caería volando”, “que se haría mucho daño” ..

  • ¿Os ha gustado? La respuesta de todos fue un “sí”

Considero, que se metieron mucho en la historia, pero no se identificaron con ningún personaje en concreto. 

El tema principal que salió y sin duda se convirtió en el tema fundamental fue el de la distancia y el tamaño de las cosas. Estuvieron a lo largo de todo el cuento hablando sobre como vemos las cosas cuando estamos a una gran distancia, además a raíz de ello nos pusimos a analizar un cartel del Corte Ingles que se observaba de la calle y este lo veíamos en un tamaño muy pequeño y les expliqué que la realidad de este es que es muy grande.

Y fueron ellos diciendo y contando diferentes ejemplos.

Al acabar el cuento, nos quedamos hablando sobre multitud de temas. Además, a lo largo de esa semana, en su tiempo libre alguno de los niños me pidió que volviese a contar el cuento, pero no se pudo dar la ocasión.

Estaban tan emocionados que hablaban todos a la vez, por lo que tuve que repetir en ocasiones que hablasen por orden y así escucharles todos. Además, me cortaron varias veces mientras leía debido a su emoción por el ansia de contar algo, de ver las ilustraciones, de preguntar...

Me sentía muy nerviosa pero una vez empecé me pude desenvolver muy bien. Considero que de ese momento he podido sacar gran cantidad de aprendizajes. He podido superar mis miedos, entre ellos la timidez y coger soltura.

Me pude sentir muy satisfecha y orgullosa por que me saliese bien y que surgiesen tantos temas de conversación con ellos y entre ellos, y además que quisieran volver a repetir ese momento, el cual creo que fue único.

Blanca1: Texto
bottom of page