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Tamara1: Imagen

Los niños a los que contaría la historia de “La vaca que puso un huevo” serían pequeños entre los 4 y 5 años. Los alumnos de estas edades son activos, les gusta las cosas nuevas y ser sorprendidos. Es cierto que no a todos les gustan los cuentos y las historias, pero a la mayoría sí. Suelen estar acostumbrados a escuchar cuentos, ya sea antes de irse a la cama, en un momento de descanso o en el colegio.

 
El libro “La vaca que puso un huevo” es una historia divertida, original, con la que se puede trabajar varios aspectos. Es adecuado para 4 y 5 años ya que en esa edad los niños empiezan a trabajar y mejorar su autoestima y autoconfianza, tienen ganas de tener alguna cualidad que les haga ser diferentes, sentirse especiales y destacar. Esto se puede relacionar con el cuento. La vaca no sabe hacer las mismas cosas que sus demás compañeras y está triste porque no tiene cualidades que la hagan especial. Al igual que la protagonista, los niños pueden estar tristes y frustrarse, incluso tener celos. 


En estas edades ser diferentes y tener cualidades que los demás no tienen son muy positivos para los pequeños, aumentando su autoestima, su autoconcepto y su propia confianza. Por otra parte, es una época en la que los niños empiezan a desarrollar la empatía, entender las emociones de los demás y las suyas. Aparece la necesidad de ayudar y hacer felices a los otros. En relación con el cuento, las gallinas quieren ayudar a su amiga la vaca y hacen lo posible para que esté feliz.


“La vaca que puso un huevo” es un cuento literario. He elegido el libro porque, como he dicho anteriormente, se pueden tratar varios temas que son fundamentales trabajar en infantil. Fomentar la autoestima, aceptar cero no distintos y verlo como algo positivo, trabajar la empatía, la ayuda a los demás, los celos… 


En el caso en el que lo contase, lo narraría, ya que es una historia muy bien escrita y bonita pero al narrarlo podría añadir más elementos a la historia siempre ayudándome de las imágenes e ilustraciones, haciendo más atractivo y divertido. 


La manera en la que lo prepararía seria, en primer lugar, leerlo varias veces, primero en silencio y luego en voz alta. Luego intentaría poner distintas entonaciones según la parte de la historia. Tras eso, intentaría pensar si es positivo empezar directamente el cuento, o hacer alguna introducción y qué preguntas podría hacer o anotaciones a los niños. Al no tener a niños cerca para poder practicar, intentaría practicar la lectura delante del espejo (para ver mis gestos, expresiones, movimientos), delante de peluches o delante de algún familiar para que pudiera darme consejos. 


Al ser una historia en una granja, intentaría, si hace buen tiempo, leerlo en el exterior. Les pondría en medio circulo mirando hacia mí. De esta manera todos podrían mirarme y ver las ilustraciones del cuento. De esta manera, también podría ver sus expresiones, sus gestos y ver si están disfrutando. 


Antes de empezar con la lectura, les preguntaría si tienen alguna cualidad y si les gusta. En el caso de que alguno no tuviese respuesta, le ayudaría a que diga una. Tras escuchas las respuestas, les explicaría que vamos a conocer a una nueva amiga que también tenía algo que la hacía ser distinta y ser especial y ya a partir de ahí empezaría la lectura, enseñándoles la portada y presentando a la amiga la Vaca. 


Tras finalizar la lectura, les preguntaría las siguientes cuestiones: 


  • ¿Qué os ha parecido la historia? 

  • ¿Qué os ha gustado más?

  • ¿Os sentís identificados con la vaca?

  • ¿Creéis que las gallinas han hecho lo correcto con su amiga?

  • ¿Por qué las otras vacas se portaban regular con ella?

  • ¿Alguna vez os habéis sentido mal por no hacer lo mismo que los demás? 

  • ¿Os gusta poder hacer algo diferente? 

  • ¿Ayudarías a algún compañero a descubrir alguna nueva característica?

Para finalizar les pediría que cada uno dijera algo positivo del compañero que tienen a su derecho o izquierda. 

Tamara1: Texto
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